English Translation
Al crecer en una humilde granja en Honduras, José Ardón fue testigo de muchas cosas cuando era niño. Vio como sus padres trabajaban interminables horas para ganar apenas el dinero suficiente para poner comida en la mesa. Fue testigo de la desigualdad y la pobreza extrema en su tierra natal. Escuchó innumerables historias de cuánto mejor sería la vida si vivieran en Estados Unidos.
América, la tierra de las oportunidades, hogar del gran sueño americano. Noche tras noche, las historias de prosperidad estaban presentes en su mente. Era difícil para un niño tan pequeño imaginarse que un lugar tan diferente del suyo podía existir, pero si existía, se prometería así mismo que algún día llegaría ahí. Entonces, en lugar de detenerse por lo que no tenía, José lo utilizó para alimentar su determinación por una vida mejor: perseguir el sueño americano.
A partir de los 11 años, José trabajó para lograr una vida donde los límites no estén determinados por las circunstancias en que nacemos, sino por nuestra pasión, habilidades y aspiraciones personales. Sabía que para cambiar su vida y, lo que es más importante aún, la vida de su familia, necesitaba hacer su sueño realidad de llegar a los Estados